Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


sábado, 4 de abril de 2015

VALL DE BOÍ - Camí Natural del Camí de l'Aigua

Ruta realizada el sábado día día 4 de abril de 2015(Semana Santa)
Recorrido: unos 16 km
Caminantes: Ton Brecha y yo.

Es sábado y mi segundo día de estas mini-vacaciones de Semana Santa en el privilegiado entorno de la Vall de Boí.

Camí Natural del Camí de l'Aigua

Hoy hemos hecho otra magnífica ruta: el Camí Natural del Camí de l'Aigua.
Esta ruta forma parte del Programa de Caminos Naturales del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino que, desde 1993, tiene como objetivo la recuperación de antiguas infraestructuras: líneas de ferrocarril, vías pecuarias, o caminos tradicionales, para el uso y disfrute de los ciudadanos.
Los Caminos Naturales se integran en la Red Nacional de itinerarios no motorizados. A través de estas rutas podemos descubrir la biodiversidad y la belleza de nuestro valioso patrimonio natural, i conocer los pueblos, monumentos, tradiciones y gentes del valioso paisaje cultural de nuestro territorio.
El Camino Natural del Camí de l'Aigua, en la Vall de Boí, resigue el cauce de la Noguera de Tor a lo largo de casi 28 km.

Un entorno natural maravilloso.

Empieza en la población de Pont de Suert y finaliza en Caldes de Boí, aunque es indiferente el sentido que se siga o el tramo que de él se recorra.
De hecho, nosotros hemos recorrido unos 16 km, saliendo de Barruera y en direcció a Pont de Suert.

Hoy también salimos a primera hora de la mañana, justo cuando los primeros rayos del sol empiezan a iluminar las cimas y zonas más elevadas de las montañas. El contraste de colores, luces y sombras es espectacular.

El sol naciente llena todo de luz y color.

Salimos de Barruera bordeando el curso del agua, siguiendo senderos de gran belleza, atravesando bosques de árboles desnudos por el invierno, con la nota de color del boj, omnipresente en gran parte del trayecto.
La Noguera de Tor se desliza por el fondo del valle, esquivando o saltando por un cauce lleno de grandes piedras.
Cruzamos algunas rieras por puentes de madera que con su encanto contribuyen a ensalzar la belleza del lugar, atravesamos un bosque de altos y esbeltos pinos y nos detenemos junto al embalse de Llesp. Este embalse, construido para abastecer de agua a la central hidroeléctrica de Pont de Suert, es actualmente un humedal de gran valor ecológico por la gran biodiversidad que acoge, habiendo en sus orillas observatorios de aves.

Observatorio de aves, junto al embalse de Llesp.

Es un rincón precioso, excelente para hacer un alto en el camino durante unos minutos y observar detenidamente el entorno.
La ermita del Remei i un puente románico de piedra se suman a la variedad de elementos que encontramos en nuestro camino y que enriquecen la salida de hoy.




Ermita del Remei y puente románico. Sesacional.

Ya no estamos lejos de Pont de Suert.
El camino se convierte en pista forestal, pasamos cerca de la Escuela Catalana de Deportes de Montaña y llegamos a la zona recreativa de la Fuente de la Mena.
Tenemos un poco de tiempo libre antes de regresar a Barruera, por lo que dedicamos unos minutos a visitar los rincones más antiguos de esta población.

Pont de Suert

Y a disfrutar de una merecida cerveza, aliñada con una agradable charla.

La de hoy ha sido una de esas rutas que te hace disfrutar de cada momento y de cada paso del trayecto.
Tal vez, las personas que lo recorren asiduamente, no se percatan de las sensaciones que experimentamos los que por primera vez descubrimos sus rincones, su entorno y su belleza.

Cuesta definir con palabras la belleza de algunos rincones...

Los bosques, cambiantes según la época del año en que nos encontremos, las aguas saltarinas que se deslizan esquivando piedras y formando bravas rieras y pequeños saltos, los verdes prados, los musgos que cubren las rocas..... Y las empinadas laderas de esos gigantes que parecen custodiar un mundo lleno de tesoros, un precioso y encantador mundo: la Vall de Boí.
Hoy también he disfrutado de una excepcional ruta, y de una muy agradable compañía.

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