Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


lunes, 27 de octubre de 2014

FAGEDA DE LA GREVOLOSA - 26 de octubre de 2014

Salida realizada el día 26 de octubre de 2014
Recorrido: unos 6 km
Caminantes: Inés, Óliver y yo misma

Finales de octubre, otoño, caída de las hojas, bosques multicolores.... En esta época del año me encanta visitar esos bosques de robles o de hayas que empiezan a perder la hoja y que dan este típico tono multicolor al paisaje y cubren el suelo con esas alfombras de hojas rojas.

Una alfombra de hojas secas cubre el suelo, con sus matices rojizos
y ocres tan típicos de este tipo de bosques.

Hoy he vuelto a visitat el hayedo de la Grevolosa.
Este bosque se encuentra en el término municipal de Sant Pere de torelló, no muy lejos de Vic.
Enclavado en un valle de la Serra del Llancers, al sur del Puigsacalm, no es muy extenso, (unas pocas hectáreas), está a una altura media de unos 1.000 metros y en él se pueden admirar gran cantidad de hayas centenarias y de gran tamaño.

Hayas centenarias y de gran tamaño.

Destaca un precioso ejemplar, junto al arroyo, reconocido como Árbol Monumental por la Generalitat de Catalunya. Tiene un perímetro en la base de 5'8 metros, una altura de 42 metros, y el diámetro de su copa se extiende hasto los 19 metros.

Éste es uno de los más grandes. Una maravilla.

Debido al tamaño de sus árboles y su situación en un estrecho valle, este bosque se usa algunos años como auditorio.
En octubre, casi siempre a finales de octubre, se celebra un concierto de música de cobla, a cargo de la orquesta La Principal de La Bisbal, al que asisten centenares de personas.
Recorrer este bosque en esta época del año puede ser una experiencia muy reconfortante.

Rincones de gran belleza, impregnados de paz y tranquilidad.

La gran belleza del lugar, la sobrecogedora magnitud de algunos de sus árboles, el rumor del agua y el canto de las muchas aves que evitan el lugar, y sobretodo, la sensación de paz y tranquilidad que transmiten esos rincones tan especiales, hacen que el caminante se sienta casi integrado en la naturaleza, sobrecogida el alma por su pequeñez e insignificancia ante la grandeza de esos árboles.
Es una ruta muy fácil y muy bien señalizada.

El cielo azul, el verde de los árboles y el rojo de las hojas salpicando
el suelo... un precioso contraste de colores.

Por la carretera de Vic a Olot, hemos tomado la salida hacia Sant Andreu de la Vola. A los pocos metros, de nuestra derecha sale una pista asfaltada, en pendiente ascendente, que seguimos un rato hasta encontrar un ensanche para aparcar el coche (como un km, más o menos...)
Sólo hay que seguir la pista forestal.
Llegamos a un cruce con un gran panel informativo. Ahí es donde empieza la ruta circular. El año pasado la hicimos hacia la derecha, y este año al revés, siguiendo el sendero que sube a la izquierda. Para variar un poco.... Lo cierto es que da lo mismo. Primero hay que ascender y luego descender. Y todos los caminos y senderos están en perfecto estado...
Empezamos a ascender por el sendero y nos adentramos en el bosque. Vamos subiendo en zig-zag, cosa que hace más fácil la subida. Nos encontramos entre robles, boj y alguna haya de buen tamaño.

El boj, las hayas y los robles envuelven al caminante....

Pasamos por la bonita ermita de Sant Nazari y, puesto que dispone de un rincón con un par de mesas y bancos, aprovechamos para reponer fuerzas y comer un poco.

Ermita de Sant Nazari.

dejamos la ermita, retomamos el sendero y tras unos pocos metros de ascenso, llegamos ya al corazón del hayedo.
Es fenomenal. Los colores, los olores y las sensaciones que se pueden percibir hacen que nos parezca estar en un bosque encantado.

Un paisaje típico de los relatos de la Edad Media.

Un magnífico lugar que merece la pena visitar. Aunque recomiendo hacerlo, a poder ser, entre semana. El problema con el que me he encontrado hoy  ha sido la gran cantidad de gente. Era casi imposible hacer una foto sin que apareciera alguien. En algunos casos me he tenido que esperar un buen rato a que la gente despejara un poco para poder fotografiar alguno de los árboles más relevantes. Y de ningún modo he podido disfrutar de silencio, paz ni tranquilidad. Niños gritando, gente, perros.... En fin, no digo nada porque todos tenemos derecho.... pero el fin de semana no es bueno para encontrar tranquilidad....
De todas maneras, insisto en que es una experiencia fantástica.
Saludos y hasta la próxima!

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