Presentación del blog

¡Saludos a tod@s!

Como su mismo nombre indica, este blog está destinado a recoger, paso a paso, todas mis salida, excursiones, rutas y viajes. Siempre a pié. Pequeñas escapadas, visitas a pueblos, rutas cortas, largos recorridos... Pero siempre a pie.

Mi idea es dar a conocer y compartir con todos mis lectores esos maravillosos rincones que muchos desconocemos y pasamos por alto, cuando están ahí, muy cerca de nosotros. O no tan cerca...


sábado, 19 de abril de 2014

LA FORADADA - L'Esquirol - Cantonigròs - La Foradada - L'Esquirol


Ruta realizada el día 18 de abril de 2014.
Caminantes: Inés, Ana, Óliver y yo misma.
Recorrido: 10'5 km

Preciosa ruta compartida con mis hijas y yerno.
Dejamos el coche frente a la iglesia de Santa María de Corcó.

L'Esquirol, o Santa María de Corcó, que es lo mismo.

Empezamos rodeando la iglesia, preciosa, por cierto, y nos dirigimos, por el carrer Major, al carrer del Pont, a la salida del pueblo.
Pasamos por este precioso puente y, en lugar de seguir de frente, bajamos por unas pequeñas escaleras que hay justo al final, a la derecha, y seguimos por la riera. El lugar es encantador.
Seguimos hasta llegar a una bifurcación. Desechamos la pista de la derecha y tomamos el sendero de la izquierda, siguiendo el curso de la riera. Hay que seguir este camino hasta la carretera, y allí seguir hacia la izquierda, hasta un palo con indicadores, frente a unas escaleras que tendremos que subir.
Y ya estamos en el camino correcto. Sólo falta seguirlo, en suave pendiente ascendente, hasta llegar a Cantonigròs.

Cantonigròs. En esta esquina tomamos la calle de la izquierda.

A medio camino hacemos una paradita para reponer energías y disfrutar del sol y las vistas, que ganan en belleza a medida que ganamos altura.
Esta es una buena época del año para disfrutar de la calidez del sol y del estallido de la primavera.
Desde Cantonigròs podemos disfrutar de unas vistas espectaculares.
Cruzamos este pintoresco pueblo, sacamos montones de fotos, y nos dirigimos hacia el campo de fútbol, al final del pueblo, lugar donde empieza el camino que baja, en fuerte pendiente descendente, hacia La Foradada.
La gran cantidad de gente con la que nos cruzamos nos hace pensar que el lugar estará hasta los topes...
No podemos perdernos. Seguimos el camino hasta que encontramos un rótulo en hierro forjado: "La Foradada".

Ya estamos cerca!!

Seguimos el sendero que desciende a partir de este rótulo y llegamos a un paraje de excepcional belleza.
El nombre de la Foradada viene de un gran agujero que hay en una de las paredes rocosas. En una determinada época del año, que no fue el caso y no sabría cual es, los rayos del sol se cuelan por este agujero y se reflejan en el agua, ofreciendo un espectáculo maravilloso.

El gran premio...  Fantástico!!

Aquí aprovechamos para tomarnos un buen rato y comer, admirando esa belleza natural.
Seguimos un estrecho sendero que parte a la izquierda, rodeamos la roca, y llegamos al agujero de la roca, junto a la cascada. Con mucho cuidado para no caernos al agua, desde allí podemos llegar a situarnos justo detrás del salto de agua. Desde allí tenemos una excelente perspectiva de la zona a través de la cortina de agua.
Salimos del agujero de la roca y seguimos hacia la derecha, por un sendero que empieza a subir y a subir, hasta llegar a un par de tramos donde el ascenso sólo es posible trepando con la ayuda de una cuerda.
El esfuerzo tiene su premio.

Un poco de esfuerzo trepando...

Un gran espectáculo se abre ante nuestros ojos....

Las vistas sobre el entorno son espectaculares. Y descubrimos que, en aquella zona, antes de llegar al salto, la riera baja mansa y se ensancha, formando unas grandes pozas. Un sitio ideal para bañarse en verano, lejos de la gran masificación de gente de la parte de abajo, puesto que no todo el mundo puede subir por esas cuerdas. y menos si van con niños o personas mayores.
De nuevo nos tomamos nuestro tiempo para disfrutar de las embriagadoras sensaciones que ofrece este magnífico entorno.
Y llega la hora de marcharnos. Hay que deshacer el camino hasta aquel letrero en hierro forjado.
Volvemos a descender por las cuerdas, volvemos a la gran poza, y retomamos el camino hasta el letrero.
Allí mismo hay otro palo con más indicadores. 60 minutos para llegar a L'Esquirol.
Tampoco aquí podemos perdernos. Seguimos este camino en suave descenso y llegamos al coche.
Punto final de una encantadora salida.

Durante el regreso y desde el coche: una fugaz imagen del Montseny...

Hasta la próxima!!



4 comentarios:

  1. Encisadora excursió i tan ben relatada que ja m'hi trobava caminant amb vosaltres.

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    1. Moltes gracies, Roser!
      Hi ha tants racons encisadors al nostre voltant....

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  2. Un racó molt bonic, a vore si i faig una escapada.................

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    1. Reconec que encara em queda molt per descobrir. Hi ha racons, com aquest de la Foradada, que et deixen embadalit...

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